El copy rompedor

En este momento estás viendo El copy rompedor
  • Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Marketing de contenidos
  • Tiempo de lectura:3 minutos de lectura

El deseo de destacar siempre ha sido un objetivo de cualquier agencia de comunicación, captar la atención de un usuario es el primer paso para poder colocar tu mensaje. Puedes crear una estructura perfecta en tu comunicación, puedes automatizar todo un sistema de mensajes, todo lo que tú quieras, pero si no llegas a tu público es porque no eres capaz de llamar su atención en un primer momento.

Es evidente que hoy día, la importancia de un buen copy ha aumentado mucho más que años anteriores, y la competencia por atraer al potencial cliente se ha triplicado, por lo que la lucha por ser diferente, transgresor y rompedor ha crecido exponencialmente lo que provoca que cada vez arriesgamos más con nuestros textos.

Pero el objetivo de esta entrada es la de destacar un tipo de copy que se está imponiendo cada vez más y que destaca por ser muy sofisticado en el arte de atacar a tus compañeros de profesión. En el arte de la escritura, como la mayoría de los conceptos, hay tantas opiniones como culos lo que implica que una manera de escribir te puede gustar o no –evidentemente debe tener una estructura óptima y ser inteligible- pero el cómo se lo tome y cómo lo entienda cada usuario es muy personal. Entonces, el tipo de copy que estamos destacando, ahonda en ese punto personal, en el que ensalza el punto de vista del usuario atacando a otro tipo de agencias.

El truco consiste en aprovechar que muchos usuarios se han sentido estafados por otras agencias –usuarios que creen que saben bastante sobre Marketing y que no han tenido los resultados deseados– recogen esta frustración y les convencen de trabajar con ellos diciendo, “te entiendo, aquella agencia no funcionaba, tú tenías razón, vente conmigo, aquí te escuchamos y somos serios de verdad, sabemos lo que hacemos”. 

Hay que destacar que es una presentación brillante, recoges el interés por tu tipo de servicio, además recoges la desafección y el sentimiento de engaño sufrido por un cliente para transformarlo todo en ilusión y en un “esta vez sí”.

¡Pero cuidado! Todo ese artilugio puede tener un efecto rebote, puede hacerte recoger mucho potencial cliente, pero también establece unas expectativas difíciles de cumplir.